En ocasiones estas circunstancias podrían hacer que se adoptara una actitud mas meditativa y contemplativa o reflexiva que activa.
Soñar también podría ser algo más frecuente de lo habitual, así como la necesidad de algunas horas más para descansar. Estas fechas, podrían ser más adecuadas para estar conectados con causas solidarias o benéficas, o que de ellas se derive el adquirir mayor conciencia de las necesidades sociales a través de un punto de vista más colectivo y solidario que selectivo y personal, pudiendo sintonizar más con los problemas o causas ajenas.

En los casos de algunas personas muy sensibles, habría que controlar de que si se diera alguna problemática social o personal, que no derivara hacia el abuso de estimulantes o alcohol como modo de evadir la realidad. El estado anímico, también podría ser algo más variable e influenciable por el entorno que de costumbre, pudiendo pasar con mayor frecuencia del entusiasmo al desánimo, y viceversa.

Por último, esta concienciación y dispersar de los límites personales en busca de una identificación y fusión con un todo, marcaría el final de un ciclo, dando paso al comienzo de una personalidad renovada, expresada por la lunación en Casa I.